EL TUNEL
Sábato, Ernesto
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Argumento:
El pintor Juan Pablo Castel, nos hace partícipes con un tono existencialista del crimen que cometió. Castel conoce a María Iribarne por quien se obsesiona y mantiene una extraña relación. María está casada con Allende, un hombre ciego mayor que ella y según sospechas de Juan Pablo, María también mantiene relaciones con Hunter, primo de Allende, que vive en una estancia fuera de Buenos Aires que María visita frecuentemente. Atormentado por sus dudas y por el misterio que envuelve a María, Castel la mata. Confiesa a Allende sus sospechas de infidelidad que según él lo justifican de haberle dado muerte a su esposa. Allende se suicida y Juan Pablo Castel se entrega a las autoridades.
Personajes principales:
Juan Pablo Castel: Protagonista y narrador de la historia. Solitario e incomprendido cree encontrar en María la comprensión y el amor que no ha tenido, por ser ésta la única persona que ha entendido su pintura. Su obsesión por María es llevada al límite y la mata creyéndose engañado. Psicológicamente es un personaje muy intenso, con una habilidad mental se cuestiona y cuestiona al lector sobre la existencia humana.
María Iribarne: Un tono de misterio y confusión envuelve la historia de María. Responde al interés que Castel siente por ella pero nunca logra entregarse del todo, tal vez por su estado civil (está casada con Allende), sin embargo, según sospechas de Castel mantiene relaciones afectivas con Hunter a quien visita frecuentemente. Se siente identificada con Juan Pablo Castel a través de sus pinturas.
Personajes secundarios:
Allende: Esposo de María. Está ciego y conoce a Castel porque le entrega una carta que María le dejó antes de partir por primera vez a la estancia de Hunter su primo. Al enterarse por boca de Castel de las infidelidades de María y de su muerte, lo llama "insensato" y termina por suicidarse.
Hunter: Primo de Allende y al parecer amante o amigo cercano de María.
Resumen de la obra
La novela se divide en 39 capítulos y por su estructura se puede organizar de la siguiente manera:
I y II. Presentación del personaje. Juan Pablo Castel se presenta a sí mismo, como autor del crimen que él mismo relatará, hace una pequeña introducción a su historia de la muerte de María Iribarne e irónicamente pide que aunque sea uno de sus lectores lo entienda, contando que una sola persona lo entendió y esa fue precisamente la mujer que mató.
III a V. Castel conoce a María en una exposición de pintura en el que él expone, le llama la atención una muchacha que mira fijamente una ventanita con una mujer frente al mar que aparece en uno de sus cuadros, al notar tal detalle, Castel se obsesiona con la chica y la busca por toda la ciudad. En su búsqueda el pintor fantasea con todas las posibilidades que tiene para conocerla y abordarla en la calle, a la vez que hace una serie de reflexiones que muestran su postura ante la pintura y las exposiciones a las que prefiere no ir.
VI a VIII. Castel encuentra a María en la calle y la sigue hasta su trabajo, entra al edificio detrás de ella y le pregunta por cualquier cosa, María lo reconoce y se sonroja. Castel le hace ver que la ha estado buscando que tienen que hablar de la "ventana" de su cuadro, lo que María parece no entender y él sale corriendo. María lo alcanza y se disculpa diciéndole que lo tiene muy presente y se va. Castel no deja de pensar en ella y decide buscarla otra vez.
XIX a XII. Al día siguiente Castel va al mismo lugar a esperar que María pase y la lleva del brazo a un parque cerca de ahí. El pintor le confiesa a María que no deja de pensar en ella y que la necesita, le pide que nunca se separe de él. Le pide que hablen del cuadro de la ventana y María le dice que le parecía un mensaje de desesperanza y le dice que nada ganará con verla porque le hace daño a todos los que se le acercan. Mas tarde Castel la llama por teléfono y no alcanza a entender la misteriosa voz de María que finalmente le dice que tiene que colgar. Juan Pablo le dice que la llamará al día siguiente. Agitado por la llamada Castel no puede dormir y se va a un café, muy temprano habla a casa de María y la mucama le dice que se fue al campo pero había dejado una carta para él. Al llegar a casa de María lo recibe un hombre ciego que le entrega la carta y se presenta como Allende, esposo de María, sorprendido Castel abre la carta que únicamente dice: "Yo también pienso en usted". Allende cuenta a Castel de la estancia en donde se encuentra María y de Hunter su primo, quien está al frente del lugar.
XIII a XVI. Muy confundido por lo que pasó y por el contenido de la carta, Castel empieza a deducir una serie de hipótesis en relación a la historia que vive y el por qué María no le había mencionado nada de su matrimonio. Días después llama para preguntar la dirección de la estancia y le escribe una carta a María para pedirle que le llame en cuanto llegue a Buenos Aires. María respondió a la carta diciéndole que piensa en él y lo siente entre el mar y ella. Continúan escribiéndose hasta la llegada de María, quedan de verse y Castel la cuestiona acerca de su repentina ida a la estancia.
XVII a XX. Durante más de un mes mantienen una relación constante, pero frecuentemente Juan Pablo se atormenta y atormenta a María con cuestionamientos sobre su vida privada, sus relaciones, la manera en que reacciona, el "cariño de hermanos" que dice sentir por Allende, etc., tales situaciones fueron llegando a extremos y un día Castel amenaza a María con matarla si se entera de que lo engaña.
XXI a XXV. Abrumado por el desgaste de la relación Castel se pierde en la bebida y sueña que un hombre lo convierte en pájaro. Al levantarse llama a casa de María y se entera que se fue a la estancia y le manda una carta pidiéndole perdón. Días después recibe respuesta de María invitándolo unos días a la estancia. Al llegar a la estación, un chofer recoge a Juan Pablo argumentando cierta indisposición de María. En la estancia es recibido por Hunter y una amiga que lo cuestiona sobre pintura. Los amigos conversan mientras Castel se pregunta sobre los motives de María para no salir de su habitación.
XXVI a XXVIII. Finalmente aparece María y se van a caminar por la playa con el pretexto de ver unos dibujos de Castel. Estuvieron en silencio frente al mar y María le confesó lo conmovida que estaba con el cuadro de la ventana y de cómo deseaba conocerlo. Al regresar a la casa, Hunter estaba muy agitado y al parecer celoso, eso hizo entender a Castel la relación que había entre ellos, se retiró a su habitación y escuchó que discutían. Al día siguiente muy temprano decide marcharse.
XXIX a XXXIII. Castel confundido y decepcionado por la situación con María bebe incansablemente, se pelea en los bares y maltrata prostitutas. Le envía una carta a María en donde le explica su salida repentina de la estancia y agradece sus atenciones pero él no cree en ella porque no entiende como puede hablarle de amor a él y a su marido y al mismo tiempo acostarse con Hunter y así se lo hace ver. Va al correo a depositar la carta y minutos después se arrepiente, trata inútilmente de recuperarla pero en la oficina postal no se lo permiten. Castel llama a María a la estancia para pedirle que venga a verlo o si no se matará, María le hace ver que no tiene caso verse de nuevo que sólo se lastimarán más pero ante la amenaza de suicidio acepta. Castel sigue cuestionándose la relación entre Hunter y María y va a buscar a Lartigue un amigo cercano a Hunter para preguntarle desde cuándo mantienen relaciones María y su primo, ante la negativa de Lartigue y su nerviosismo, Castel sólo confirma sus sospechas. Llama a casa de María que ya está en Buenos Aires y acuerdan verse al día siguiente a las cinco de la tarde.
XXXIV a XXIX. María no llega a la cita y al llamarla a su casa, Juan Pablo se entera de que se regresó temprano a la estancia. Castel le pide un coche a un amigo porque según él su padre está muy enfermo. Castel se encuentra afuera de la estancia y recuerda los momentos felices con María y la sueña niña corriendo en un caballo con su cabello al viento: … en todo caso había un sólo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Comprende que siempre ha existido un muro de vidrio que separa a María de él. Después de la espera, Castel ve a través de la ventana de la casa, que ellos bajan las escaleras y se van del brazo a dar un paseo por el parque, al volver a casa, Castel se siente morir al notar que sólo se enciende una luz, la de la habitación central, y más tarde la de la habitación de María. Juan Pablo con un cuchillo en mano, sube por el balcón y aparece frente a la ventana de María quien le pregunta sobre lo que va a hacer, Castel responde que tiene que matarla porque lo ha dejado solo y la mata. Sale de la casa y muy temprano llama a casa de María y le dice a Allende que tiene que verlo. En la cita, Castel le confiesa a Allende sus sospechas de infidelidades de María e incluso le hace ver que lo engañaba con él mismo. Inútilmente Allende persigue a Castel y le grita "insensato". Castel se entrega a las autoridades y se entera que Allende se ha suicidado.
Datos anexos
Ernesto Sábato nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911 hizo su doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de la Plata. En 1945 abandona la ciencia para dedicarse únicamente a la literatura.
El Túnel, novela publicada en 1948, forma parte de una trilogía que se complementaría más tarde con: Sobre héroes y tumbas (1961) y Abbadón el exterminador (1974).
El Túnel se ha traducido a más de diez idiomas y convierte a Sábato en un experto en novela psicológica comparado con sólo con Dostoievsky. Juan Pablo Castel pertenece al grupo de los grandes tipos a que los novelistas excepcionales dieron aliento.
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jueves, 24 de noviembre de 2011

Ernesto Sabato, 1972.
Nacimiento 24 de junio de 1911
Rojas, Argentina
Defunción 30 de abril de 2011
(99 años)
Santos Lugares, Argentina
Ocupación Novelista y ensayista. Físico retirado y pintor aficionado.
Nacionalidad Argentina
Género Novela y ensayo
Ernesto Sabato (pronunciado «Sábato» y escrito generalmente con tilde, aunque él no la agregaba)2 (Rojas, Provincia de Buenos Aires, 24 de junio de 1911 - Santos Lugares, ídem, 30 de abril de 20113 ) fue un escritor, ensayista, físico y pintor argentino. Escribió tres novelas: El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, e innumerables ensayos sobre la condición humana.Contenido [ocultar]
Primeros años
Ernesto Sábato nació el 24 de junio de 1911 en la ciudad de Rojas, Provincia de Buenos Aires, Argentina, hijo de Francisco Sabato y Giovanna María Ferrari. Ambos eran inmigrantes italianos de origen arbëreshë provenientes de Calabria. El padre era de Fuscaldo y la madre de San Martino di Finita. Su familia pertenecía a la clase media y el propio Sabato la definió como "clásica y jerárquica". Sobre ellos, declaró a uno de sus biógrafos: "Mi padre era severísimo y yo le tenía terror, mi madre me escondía debajo de la cama matrimonial para evitarme un castigo."
El décimo hijo de once, nació poco tiempo después de la muerte de su noveno hermano, Ernestito, por lo que él lleva su nombre. Su hermano Arturo fue director de YPF durante el gobierno de Arturo Frondizi y Juan llegó a ser intendente de Rojas.
En 1924 regresó de la escuela primaria de Rojas y viajó a La Plata para realizar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de La Plata, donde conoció al profesor Pedro Henríquez Ureña, a quien luego citaría como inspiración para su carrera literaria, y a Ezequiel Martínez Estrada. En el año 1929 ingresó a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata.
Fue un militante del movimiento de Reforma Universitaria, fundando el Grupo Insurrexit en 1933, de tendencia comunista, junto con Héctor P. Agosti, Ángel Hurtado de Mendoza y Paulino González Alberdi, entre otros.
En 1933 fue elegido Secretario General de la Federación Juvenil Comunista. Y en un curso sobre marxismo conoció a Matilde Kusminsky Richter, una estudiante de 17 años, la cual abandonó la casa de sus padres para ir a vivir con él. En 1934 comenzó a tener dudas sobre el comunismo y sobre la dictadura de Iósif Stalin. El partido, que advirtió este cambio, decidió enviarlo por dos años a las Escuelas Leninistas de Moscú, en donde, según las palabras de Sabato:
"Era un lugar en donde uno se curaba o terminaba en un gulag o en un hospital psiquiátrico".
Ernesto Sabato.
Antes de Moscú, viajó a Bruselas como delegado del Partido Comunista de la Argentina al Congreso contra el Fascismo y la Guerra. Una vez allí, temiendo que de ir a Moscú no regresaría, abandonó el Congreso y huyó a París. Es ahí donde escribió su primera novela llamada La Fuente Muda. Regresó a Buenos Aires en 1936 y contrajo matrimonio por civil con Matilde Kusminsky Richter.
Sus años como investigador
En 1938 obtuvo el Doctorado en Física en la Universidad Nacional de La Plata. Gracias a Bernardo Houssay, le fue concedida una beca anual para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie en París. El 25 de mayo de 1938 nació su primer hijo, Jorge Federico. En París entró en contacto con el movimiento surrealista y con la obra de Óscar Domínguez, Benjamín Péret, Roberto Matta Echaurren, Esteban Francés, entre otros. Esto marcaría una profunda influencia en sus futuras obras.
"Durante ese tiempo de antagonismos, por la mañana me sepultaba entre electrómetros y probetas y anochecía en los bares, con los delirantes surrealistas. En el Dome y en el Deux Magots, alcoholizados con aquellos heraldos del caos y la desmesura, pasábamos horas elaborando cadáveres exquisitos".
Ernesto Sabato.
Ernesto Sabato en 1945.
En 1939 fue transferido al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), por lo que abandonó París antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Regresó a Argentina en 1940 con la decisión de abandonar la ciencia, pero para cumplir con quienes le habían otorgado la beca se desempeñó como profesor en la Universidad de La Plata, en la cátedra de ingreso a Ingeniería y en un postgrado sobre Relatividad y Mecánica Cuántica.
"En el Laboratorio Curie, en una de las más altas metas a las que podía aspirar un físico, me encontré vacío de sentido. Golpeado por el descreimiento, seguí avanzando por una fuerte inercia que mi alma rechazaba".
Ernesto Sabato
En 1943, debido a una crisis existencial, decidió alejarse de forma definitiva del área científica para dedicarse de lleno a la literatura y la pintura. Él definió a la ciencia como amoral porque "levaría al mundo hacia el desastre." Se instaló entonces en Pantanillo, en la provincia de Córdoba, para residir en un rancho sin agua ni luz pero entregado a la escritura.
A fines de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, nació su segundo hijo, Mario Sabato, quien de adulto sería un conocido director de cine.
Carrera literaria
En 1941 apareció su primer trabajo literario, un artículo sobre La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares, en la revista Teseo de La Plata. También publicó una colaboración en la revista Sur de Victoria Ocampo, por intervención de Pedro Henríquez Ureña. En 1942 continuó colaborando en aquella publicación con reseñas de libros, se encargó de la sección "Calendario" y participó del "Desagravio a Borges" en el N.º 94 de Sur. Publicó artículos en el diario La Nación y se presentó su traducción de Nacimiento y muerte del sol de George Gamow. Al año siguiente publicaría la traducción de El ABC de la relatividad de Bertrand Russell.
En 1945 publicó su primer libro, Uno y el universo, una serie de artículos filosóficos en los que critica la aparente neutralidad moral de la ciencia y alerta sobre los procesos de deshumanización en las sociedades tecnológicas. Con el tiempo avanzó hacia posturas libertarias y humanistas. Ese mismo año recibió, por el libro, el primer premio de prosa de la Municipalidad de Buenos Aires y la faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores. En 1947, con graves dificultades económicas, Julián Huxley intervino para que lo nombren como director de la UNESCO pero renunció a los dos meses.
En 1948, después de haber llevado los manuscritos de su novela a las editoriales de Buenos Aires y de ser rechazado por todas, publicó en la revista Sur El túnel, una novela psicológica narrada en primera persona. Enmarcada en el existencialismo, una corriente filosófica de enorme difusión en la época de posguerra, El túnel recibió críticas entusiastas de Albert Camus, quien lo hizo traducir por Gallimard al francés. Aparte de éste, la novela ha sido traducida a más de diez idiomas.
En 1951 se publicó el ensayo Hombres y engranajes bajo la editorial Emecé y al año siguiente, en 1952, se estrenó en la Argentina la película de El túnel, una producción de Argentina Sono Film, dirigida por León Klimovsky. En 1953, nuevamente bajo la editorial Emecé, editó el ensayo Heterodoxia.
En 1955 fue nombrado interventor de la revista Mundo Argentino por el gobierno de facto impuesto por la Revolución Libertadora, cargo al que renunció al año siguiente por haber denunciado la aplicación de torturas a militantes obreros y los fusilamientos de junio de 1956. Ese mismo año presentó El otro rostro del peronismo: Carta abierta a Mario Amadeo, en donde, sin abdicar de sus antipatías hacia la figura del ex presidente Juan Domingo Perón, efectúa la defensa de Evita y sus seguidores; posición que le creó numerosas críticas de los sectores intelectuales argentinos, que eran mayoritariamente opositores al gobierno derrocado.
En 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi, Sabato fue designado Director de Relaciones Culturales en el Ministerio de Relaciones Exteriores; puesto al que también renunció al año siguiente por discrepancias con el gobierno.
En 1961 publicó Sobre héroes y tumbas, que ha sido considerada como una de las mejores novelas argentinas del siglo XX. Se trata de una novela que narra la historia de una familia aristocrática argentina en decadencia, intercalada con relato intimista sobre la muerte del General Juan Lavalle, héroe de la Independencia, y con los desgarramientos de la historia argentina, como las guerras civiles del siglo XIX hasta 1955. Hasta 1967 contaba con más de 120.000 ejemplares; tres años antes había recibido el título de Chevalier des Arts et des Lettres, orden instituida por André Malraux.
"Cuando decidí tomarlo para mi novela, no era, en modo alguno el deseo de exaltar a Lavalle, ni de justificar el fusilamiento de otro gran patriota como fue Dorrego, sino el de lograr mediante el lenguaje poético lo que jamás se logra mediante documentos de partidarios y enemigos; intentar penetrar en ese corazón que alberga el amor y el odio, las grandes pasiones y las infinitas contradicciones del ser humano en todos los tiempos y circunstancias, lo que sólo se logra mediante lo que debe llamarse poesía, no en el estrecho y equivocado sentido que se le da en nuestro tiempo a esa palabra, sino en su más profundo y primigenio significado".
Ernesto Sabato.
La novela también incluye el Informe sobre ciegos que a veces se ha publicado como pieza separada, y sobre el cual su hijo, Mario Sabato realizó una película. En 1965 se lanzó el disco «Romance de la muerte de Juan Lavalle; cantar de gesta», con textos recitados de Sobre héroes y tumbas y canciones con letra de Sabato y música de Eduardo Falú. En ese mismo año en Milán, se tradujo al italiano el libro.
En 1966, la Editorial Losada ofreció Obras de Ficción, con prólogo de Harley D. Oberhelman. En 1967, Sobre héroes y tumbas se tradujo al francés como Alexandra, y también al alemán, con introducción de Witold Grombrowicz. Continuamente, presentó Pedro Henríquez Ureña: ensayo y antología, homenaje a su maestro y amigo. En 1968 editó, en la Editorial Universitaria de Santiago de Chile, Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo, mientras que en Copenhague se tradujo Sobre héroes y tumbas al danés.
En 1971, publicó Claves políticas que recoge conversaciones mantenidas con el grupo de El escarabajo de oro y cartas entre Sabato y Ernesto "Che" Guevara;4 comenzó a colaborar con el periódico La Opinión. En 1973, organizó sus ensayos sobre el tema La cultura en la encrucijada nacional y obtuvo el premio del Institut fur Auslandsbeziehungen de Stuttgart, República Federal de Alemania.
Su siguiente novela, Abaddón el exterminador se publicó en 1974; de corte autobiográfico con una estructura narrativa fragmentaria y de argumento apocalíptico en el cual Sabato se incluye a sí mismo como personaje principal y retoma a algunos de los personajes ya aparecidos en Sobre héroes y tumbas. En aquel año recibió el Gran Premio de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
En 1975, Sabato obtuvo el premio de Consagración Nacional de la Argentina. En 1976, se le concedió el premio a la Mejor Novela Extranjera en París, Francia, por Abaddón el exterminador, mientras que en Italia recibió el premio Medici. Al año siguiente, en 1978, le otorgaron la Gran Cruz al mérito civil en España. En 1979 fue distinguido en Francia como Comandante de la Legión de Honor. Para la década de 1970, Sabato sentía que, como escritor, había dicho "todo lo que tenía que decir sobre los grandes temas de la condición humana: la muerte, el sentido de la existencia, la soledad, la esperanza y la existencia de Dios." En 1983, a modo de epitafio, dijo: "Soy un simple escritor que ha vivido atormentado por los problemas de su tiempo, en particular por los de su nación. No tengo otro título."
Por solicitud del presidente Raúl Alfonsín, presidió entre los años de 1983 y 1984 la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), cuya investigación, plasmada en el libro Nunca Más, abrió las puertas para el juicio a las juntas militares de la dictadura militar en 1985.
En 1984 recibió el Premio Miguel de Cervantes, máximo galardón literario concedido a los escritores de habla hispana. Fue el segundo escritor argentino en recibir este premio, luego de Jorge Luis Borges en 1979. Se conserva su discurso en ocasión de la recepción del premio citado. También la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires lo nombró Ciudadano Ilustre, recibió la Orden de Boyacá en Colombia y la OEA le otorgó el premio Gabriela Mistral. Dos años más tarde, en 1986, se le hizo entrega de la Gran Cruz de Oficial de la República Federal de Alemania. Luego, fue distinguido con el título de Comandante de la Legión de Honor de Francia. En 1989 y en Israel, adquirió el premio Jerusalén y fue nombrado Doctor honoris causa por la Universidad de Murcia, España; en 1991 por la Universidad de Rosario y la Universidad de San Luis de Argentina, y en 1995 por parte de la Universidad de Turín, Italia.
El 21 de diciembre de 1990, en su casa de Santos Lugares se casa por iglesia con Matilde Kusminsky Richter. La ceremonia fue oficiada por el MonseñorJusto Oscar Laguna y monseñor Jorge Casaretto.
En 1995 murió su hijo Jorge Federico en un accidente automovilístico. En 1997 recibió el XI Premio Internacional Menéndez Pelayo. El 30 de septiembre de 1998 falleció su esposa, Matilde Kusminsky Richter, y publicó sus memorias bajo el título de Antes del fin y el 4 de junio de 2000 presentó La Resistencia en la página de Internet del diario Clarín, convirtiéndose de esta manera en el primer escritor de lengua española en publicar un libro gratuitamente en Internet antes que en papel.La edición en papel fue lanzada el 16 de junio. En 2002 se le concedió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y la Medalla de Honor de la Universidad Carlos III del mismo país.
En 2004, en una emotiva ceremonia, recibió un homenaje por parte del III Congreso Internacional de la Lengua Española en presencia de Cristina Fernández de Kirchner y José Saramago. Después, la Real Academia Española lo homenajeó también y en 2005 fue distinguido en el Colegio Nacional de la Plata.
Residió desde 1945 en la localidad de Santos Lugares, Provincia de Buenos Aires, donde sólo se dedicó a la pintura, ya que por prohibición médica no podía leer ni escribir. Desde 2005 dejó de salir de su casa y llevaba una vida rutinaria, asistido por enfermeras y asistentes, que le preparaban la comida y le leían durante la tarde hasta que se dormía. Esto se debe a que por su avanzada edad (99 años) no podía recibir emociones fuertes.
El 11 de febrero de 2009 la SGAE lo propuso por tercera vez ante la Academia Sueca como candidato al Premio Nobel de Literatura de 2009 junto con los escritores españoles Francisco Ayala y Miguel Delibes.
Fallecimiento
Falleció en su hogar en Santos Lugares durante la madrugada del 30 de abril de 2011, 55 días antes de cumplir 100 años, a causa de una neumonía derivada de una bronquitis que lo aquejaba desde hacía algunos meses (también padecía serios problemas de visión).34 Según informaron sus allegados, el velatorio se realizó a partir de las 17 horas del mismo día en el club Defensores de Santos Lugares. A pesar de su última petición de que sus restos fueran inhumados en el jardín de su vivienda y que no se enviaran ofrendas florares, fue enterrado en el cementerio Jardín de Paz, en Pilar, luego de un oficio religioso llevado a cabo por monseñor Jorge Casaretto. A su funeral, asistieron personalidades como Magdalena Ruiz Guiñazú, Francisco de Narváez, Graciela Fernández Meijide, Juan Carr, Ricardo Alfonsín y Daniel Filmus.35 Por su parte, la presidente Cristina Fernández de Kirchner, envió condolencias a la familia y una ofrenda floral. Su deceso fue confirmado por su colaboradora Elvira González Fraga, quien declaró: «Estaba sufriendo hace tiempo, pero todavía pasaba algunos momentos buenos, principalmente cuando escuchaba música.»36
Su muerte coincidió con la celebración de la ciudad de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011, y con el desarrollo de la 37ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Un día después recibió un homenaje conjunto a su persona y a Adolfo Bioy Casares en la sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro, por parte del Instituto Cultural en la Feria del Libro llevada a cabo en Buenos Aires,37 y los preparativos para las celebraciones del centenario de su natalicio ya estaban en marcha.
Repercusiones inmediatas a su muerte
Los medios de prensa definieron de inmediato el fallecimiento de Sabato como el de una figura que sobrepasó la literatura para convertirse en ícono del regreso democrático en la Argentina.38 En su portada digital del 30 de abril, el periódico «El País» de España lo llamó «último clásico de las letras argentinas» y el periódico «El Mundo» de España lo tituló «el último superviviente de los escritores con mayúscula de la Argentina».
Ricardo Gil Lavedra, quien integró el Tribunal que juzgó a las juntas militares, dijo pocas horas después de la muerte de Sabato: «Fue una personalidad emblemática».40 León Arslanian aseguró: «fue muy importante el aporte que hizo la CONADEP y su influencia. Tiempo después, tuvimos la oportunidad de dialogar, su visión siempre fue trágica, reproducía el horror que de algún modo a él le tocaba comentar».40
En las redes sociales se reiteraron rápidamente los mensajes relacionados con vivencias, recuerdos y frases del escritor. La más registrada y reproducida pocos minutos después de su muerte fue su oración: «La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse».41
El 24 de junio de 2011, conmemorándose el natalicio del escritor, la ciudad de Buenos Aires lo homenajeó con una serie de actividades organizadas por el Ministerio de Cultura porteño y se leyeron fragmentos de sus libros en diversas entidades y en la Torre de Babel (de Marta Minujín); además, su hijo, Mario Sabato, anunció la remodelación de la residencia de su padre para posteriormente ser convertida en un museo, que tendrá su inauguración en 2012.
Activismo e ideología política
En su juventud, Sabato fue un activista del Partido Comunista, en dónde llegó a Secretario General de la Federación Juvenil Comunista.9 Posteriormente se iba a alejar del comunismo marxista, desilusionado por el rumbo que había tomado el gobierno de Stalin en la Unión Soviética.
Detractor del peronismo, Sabato fue uno de los primeros en aportar una interpretación al gobierno del General Juan Domingo Perón tras el derrocamiento de su segundo gobierno, el cual apareció publicado bajo el título de El otro rostro del peronismo en 1956. En este ensayo, Sabato criticó duramente al peronismo sosteniendo que "el motor de la historia es el resentimiento que, en el caso argentino, se acumula desde el indio, el gaucho, el gringo, el inmigrante y el trabajador moderno, hasta conformar el germen del peronista, el principal resentido y olvidado".
El desconocido coronel Perón, cuya estrella empezaba a levantarse sobre el horizonte vio claro que había llegado para el país la era de las masas. Y tanto su aprendizaje en Italia, su natural tendencia al fascismo, su infalible olfato para la demagogia, su idoneidad para intuir y despertar las peores pasiones de la multitud, su propia experiencia de resentido social -hijo natural como era- y por lo tanto su comprensión y valoración del resentimiento como resorte primordial de un gran movimiento de masas, y finalmente su absoluta falta de escrúpulos; todo lo capacitaba para convertirse no solamente en el jefe de las multitudes argentinas sino también en su explotador.
Ernesto Sabato.
A pesar de sus críticas al movimiento peronista y a Juan Domingo Perón, Sabato alabó y encontró un sentido muy justo a la imagen de Eva Duarte, declarando que ella fue "la auténtica revolucionaria". Posteriormente, Sabato no quiso reeditar el El otro rostro del peronismo; y para 1987, cuando se publicaron sus Obras Completas se aseguró en el prefacio que este ensayo sería publicado en un nuevo tomo de escritos políticos que hasta el día de hoy no fue editado. Luego del debacle en el gobierno de María Estela Martínez de Perón, Isabelita, vivió amenazado por la Triple A. Sin embargo, no se dejó intimidar por ello y publicó el ensayo Nuestro tiempo del desprecio, además de diversos artículos periodísticos lanzados en el exterior en los que denunciaba la represión militar. De acuerdo a Ángela Dellepiane en su investigación para la UNESCO, el diario La Razón del 20 de mayo de 1976 y La Opinión del 21 de mayo -aún dirigido por Jacobo Timerman- dan el testimonio directo del escritor sobre lo ocurrido. "Hay otra cosa que me angustia y que me sentí en la obligación de plantear: la caza de brujas." En relación a los casos de Antonio di Benedetto y el arquitecto Jorge Hardoy, expresó: "...di nombres de personas que honran al país y que han sufrido expulsión de sus lugares de trabajo y hasta detención.
Ernesto Sabato, fotografiado con el ex-presidente de facto Jorge Videla, Horacio Esteban Ratti, Jorge Luis Borges y el padre Leonardo Castellani.
El 19 de mayo de 1976, Jorge Rafael Videla protagonizó un almuerzo con un grupo de intelectuales argentinos, entre los que se contaban Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges, Horacio Esteban Ratti y el padre Leonardo Castellani. Luego de la comida, Sabato declaró a la prensa:
Es imposible sintetizar una conversación de dos horas en pocas palabras, pero puedo decir que con el Presidente de la Nación hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos y vinculados con los medios masivos de comunicación.
[...] Hubo un altísimo grado de comprensión y respeto mutuo. En ningún momento el diálogo descendió a la polémica literaria o ideológica.
Tampoco incurrimos en el pecado de caer en la banalidad. Cada uno de nosotros vertió, sin vacilaciones, su concepción personal de los temas abordados.
Ernesto Sabato
Este episodio le trajo numerosas críticas en los años siguientes, tal como ocurrió con Mirtha Legrand o Juan Manuel Fangio en casos similares. Entre sus detractores se contó al escritor Osvaldo Bayer, quien acusó a Sabato de "formar parte de la hipocresía argentina". Lejos de cualquier tipo de obsecuencia, Sabato publicó en 1979 Apologías y Rechazos, siete extensos ensayos sobre los males de la educación, en los que desafió a la censura impuesta por la dictadura militar en la Argentina.
Una vez terminada la dictadura militar, presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, CONADEP, una comisión encargada de investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridos en la Argentina entre 1976 y 1983 a manos del Proceso de Reorganización Nacional. Esa investigación y posterior informe fueron plasmados en el sobrecogedor libro Nunca Más, conocido mundialmente como Informe Sabato, en el que se recogen los testimonios de las desapariciones y muertes de personas durante la dictadura militar. El número de desaparecidos que estableció ese informe quedó fijado en 8960, dejando constancia de que "esta cifra no puede considerarse definitiva, toda vez que la CONADEP ha comprobado que son muchos los casos de desapariciones que no fueron denunciados". Así mismo, la CONADEP constató que "existieron 340 centros clandestinos de detención" a lo largo de todo el territorio argentino, donde tuvieron lugar torturas y ejecuciones. El informe incluyó además la descripción detallada de los métodos de tortura.
Fotografía que muestra el momento en que Ernesto Sabato entrega al presidente Raúl Alfonsín el informe de la CONADEP.
El 20 de septiembre de 1984, Sábato entregó al presidente Raúl Ricardo Alfonsín el informe de la comisión. Ese día, los organismos de derechos humanos convocaron a una concentración para respaldar dicha ceremonia, a la que acudieron cerca de 70.000 personas. Adhirieron a esa marcha el Servicio de Paz y Justicia (SerPaJ) liderado por Adolfo Pérez Esquivel, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y la agrupación Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas (FDDRP).
El informe se hace eco de lo que se dado en llamar teoría de los dos demonios que relaciona los actos de violencia y terrorismo perpetrados por las Fuerzas Armadas durante la dictadura en Argentina con los actos violentos y terroristas perpetrados por las organizaciones guerrilleras, como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo. La siguiente frase de Sabato en el prólogo al informe es representativa de esta visión imperante durante el juicio a las juntas:
Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda [...] a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, porque desde el 24 de marzo de 1976 contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de seres humanos.
Ernesto Sabato
Con los años, la casi totalidad de organismos de derechos humanos defendieron y auspiciaron el informe Nunca Más en sus continuas reediciones. Algunos autores ponderan que el tiempo pareció potenciar las virtudes del informe, muy posiblemente debido al efecto profundo que causó en la sociedad argentina en los años posteriores a su divulgación.55
El Informe Sabato iba a abrirles las puertas para el juicio a las Juntas de la dictadura militar. Más tarde, Sabato condenó públicamente los doscientos ochenta indultos otorgados en 1989 a civiles y militares implicados en torturas, muertes y desapariciones durante el período de la dictadura en la Argentina.25
En sus últimos escritos y apariciones públicas, declaró considerar que "es desde una actitud anarcocristiana que habremos de encaminar la vida".5
¡Yo soy un anarquista! Un anarquista en el sentido mejor de la palabra. La gente cree que anarquista es el que pone bombas, pero anarquistas han sido los grandes espíritus como, por ejemplo León Tolstoi.
Ernesto Sabato56 5
Aunque fui comunista activista, el anarquismo siempre me ha parecido una vía de conseguir justicia social con libertad plena. Y valoro el cristianismo del Evangelio. Este siglo es atroz y va a terminar atrozmente. Lo único que puede salvarlo es volver al pensamiento poético, a ese anarquismo social, y al arte.
Ernesto Sabato
Luego de su deserción del socialismo de Estado, Sabato abogó en general por una sociedad basada en la libertad individual y la asociación libre, en el cooperativismo en la ciencia y la economía, y en la descentralización política.
La formidable crisis del hombre, esta crisis total, está sirviendo al menos para reconsiderar los modelos. Y no es casualidad que en diferentes partes del mundo empiece a reivindicarse otro tipo de socialismo, más cercano a aquel que preconizaba Proudhon, o al que en nuestros tiempos han sostenido espíritus nobles y lúcidos como Mounier, entre los cristianos y Bertrand Russell, entre los agnósticos. [...] Un socialismo que respete la persona, que termine con la alienación y la sociedad de consumo, que termine con la miseria física pero también con la espiritual, que ponga la técnica y la ciencia al servicio del hombre y no, como está sucediendo, el hombre al servicio de aquellas. Un socialismo descentralizado que evite los pavorosos males del superestado, de la policía secreta y de los campos de concentración [...]58
Recientemente, brindó su apoyo y se unió a la amplia lista de prominentes figuras de América Latina que manifestaron su apoyo a la independencia de Puerto Rico a través de su adhesión a la Proclama de Panamá aprobada por unanimidad en el Congreso Latinoamericano y Caribeño por la Independencia de Puerto Rico celebrado en Panamá en noviembre de 2006.
Obra
Novelas
El túnel (1948)
Sobre héroes y tumbas (1961)
Abaddón el exterminador (1974)
Ensayos
Ernesto Sabato, junto a Ben Molar y Julio de Caro.
Uno y el universo (1945)
Hombres y engranajes (1951)
Heterodoxia (1953)
El caso Sabato. Torturas y libertad de prensa. Carta abierta al general Aramburu (1956)
El otro rostro del peronismo (1956)
El escritor y sus fantasmas (1963)
Tango, discusión y clave (1963)
Romance de la muerte de Juan Lavalle. Cantar de Gesta (1966), libro-disco.
Significado de Pedro Henríquez Ureña (1967)
Aproximación a la literatura de nuestro tiempo: Robbe-Grillet, Borges, Sartre (1968)
La cultura en la encrucijada nacional (1973)
Diálogos con Jorge Luis Borges (1976)
Apologías y rechazos (1979)
Los libros y su misión en la liberación e integración de la América Latina (1979)
Nunca más. Informe de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas (1985)
Entre la letra y la sangre (1988)
Antes del fin (1998), memorias.
La Resistencia (2000)
España en los diarios de mi vejez (2004)
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